Kali

Vivía en la calle junto a otra perrita (Gneis) en una zona boscosa de Arbolí. Nos avisaron ya que el estado físico de Gneis era horrible, ella por suerte físicamente estaba sana.

Cuándo llegó al refugio estaba a la defensiva y no quería saber nada de nadie, pero poco a poco ha descubierto que no la queremos hacer daño, que hay comida rica, unas mantas suaves, horas de juego con sus compañeros y muchas chuches, y ya no la parece tan mal todo.

No sabemos cómo llegó a vivir en la calle, pero su miedo nos lo dice todo. Se nota que allí donde viviera, alguien la hizo mucho daño que ahora nosotros tratamos de reparar.

En un principio es desconfiada con las personas, pero cuándo coge confianza la encanta jugar con distintos juguetes y que la acaricies.

Es una perra muy inteligente y curiosa, cuándo ve algo que la llama la atención lo coge para mirar de qué se trata y ver si realmente es algo interesante o no.

Establece vínculos muy bonitos y profundos con otros perros, se siente segura en su compañía, siempre anda detrás de sus compañeros de patio.

Para una adopción con ella, es indispensable ganarse su confianza antes de la adopción, para que así la adaptación vaya sin problemas y a ella le resulte más sencilla.