Robb

Rescatado de la calle junto a su madre y sus hermanos, él nació en la calle. Llegó siendo un bebé, protegido por su madre y el resto de sus diminutos hermanos. Cuándo todos menos él y su hermana mayor fueron adoptados, empezó a desarrollar inseguridades hacia las personas y el resto de perros.

Necesita sentirse seguro y acompañado de nuevo para confiar como lo hacía antes.

Es algo tímido al inicio, sobre todo con los hombres. No muerde ni tiene malas intenciones pero le cuesta coger confianza como para ser él mismo.

Detrás de sus miedos se esconde un carácter juguetón, simpático y muy divertido. Su pasatiempo favorito es explorar (y robar) cosas que le parecen interesantes, como ramas, juguetes o el bote de chuches que los voluntarios pensamos que hemos escondido muy bien pero al parecer no tanto.

Es un perro increíble que necesita tiempo para adaptarse a nuevas situaciones, pero con paciencia y cariño es el mejor amigo de cualquiera.

Apto con machos y hembras.